SUSPIRO A LA LIMEÑA
Este delicioso dulce peruano surgió a mediados del siglo XIX, en la
capital peruana de la mano de doña Amparo Ayarez, esposa del poeta José
Gálvez Barrenechea, quien llamó al postre con este peculiar nombre,
porque decía que era suave y dulce como el “suspiro de una limeña”. Hoy
es uno de los postres de bandera del país Peru que engrandece su vasta
repostería.